Características que acrecientan el valor de una vivienda
Que se encuentre situada en una calle principal
Que tenga buen acceso al transporte público
Que esté situada en el centro de una ciudad
Que tenga zonas verdes a su alrededor
Que aguarde proximidad con infraestructuras y servicios, como colegios, hospitales, centros deportivos y núcleos comerciales.
Que el edificio sea de buena calidad; sobre todo, en lo que respecta a zonas como la fachada, el portal y el ascensor.
Que disponga de garaje
Que goce de un certificado energético y de inspección técnica
Que ofrezca servicios de comunidad, como, por ejemplo, el mantenimiento de una piscina
Que el edificio sea de protección especial
Que se trate de un inmueble exterior; ahora bien, esto puede ser un factor negativo en el caso de exceso de tráfico y ruido
Que atesore una óptima calidad en sus acabados
Que la casa sea más pequeña; cuando más reducida, mayor será el coste del metro cuadrado
Que disponga de balcón o terraza
Características que le sustraen valor a una vivienda
Que se encuentre en un piso bajo; el valor de las viviendas suele acrecentarse por planta
Que tenga unos elevados costes de conservación
Que el espacio interior esté mal aprovechado (hay casas del mismo que tamaño que parecen mucho más grandes que sus iguales)
Falta de espacio para trastero o cuarto comunitario de bicicletas
La contaminación comercial o vial
Que esté situada en una zona o barrio de escaso renombre o estrato socioeconómico
La antigüedad; aunque, en este supuesto, existen excepciones en las que puede convertirse en un valor añadido
Que carezca de ascensor
Que los gastos de comunidad sean reducidos
Que esté situado en un bajo comercial, donde proliferen ruidos, olores, aglomeraciones de personas y bullicio nocturno
Que haya un acentuado déficit de servicios
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