¿Cómo ser un buen propietario? Mejora tus responsabilidades y habilidades como dueño y aumenta las posibilidades de alquilar más y mejor tu vivienda.
¿Sabías que un ser un buen propietario tiene su recompensa? Los propietarios que cumplen y son responsables tienen más posibilidades de alquilar sus propiedades. Encontrar un buen inquilino es difícil, pero lo mismo sucede con un buen dueño. Si eres capaz de ponerte en la piel de un arrendado serás mejor arrendador.
Beneficios de ser un buen casero
Ser dueño de una casa o piso es un trabajo a tiempo completo y conlleva muchas responsabilidades, cargas y preocupaciones, sobre todo, si lo tienes alquilado. Pero también tiene sus ventajas.
Entre ellas destacan las siguientes:
Evitarás la morosidad: Aunque no te lo creas las posibilidades de que un inquilino no te pague se reducen si cumples con lo establecido en el contrato. Piensa que el proceso de desahucio de un inquilino moroso es un quebradero de cabeza. Evítalo si puedes.
Tendrás la vivienda en condiciones. Si tú cumples como propietario lo más seguro es que los inquilinos hagan lo mismo. Evidentemente, siempre habrá excepciones. Pero por norma general, si tú eres responsable y buen propietario redundará en tu beneficio y tendrás tu propiedad cuidada y en condiciones.
Pagar a tiempo: una de las obligaciones de un inquilino es pagar puntualmente cada mes. Pero no siempre ocurre así. Ser un buen propietario aumenta los pagos puntuales.
Ahorro de dinero y discusiones: Ser un buen propietario consiste en tener la propiedad lista y en condiciones. Esto juega a tu favor en caso de desperfectos y destrozos ya que siempre podrás demostrar que has cumplido y el inquilino tendrá que responder por ello. Esto te ahorrará tiempo, dinero, discusiones y lo más importante, evitarás batallas legales.
Una vez conoces todas las ventajas de ser un buen casero, te contamos cómo serlo. Es muy fácil, básicamente consiste en ser responsable y cumplir con tus obligaciones, aparte de usar el sentido común.
Si no las sabes, te las recordamos...
¿Cómo ser un buen propietario? Claves y consejos
Aprender a ser un buen propietario se reduce a investigar las responsabilidades del trabajo y a desarrollar una fuerte ética de trabajo. Hay ciertas cualidades que comparten los buenos caseros, entre ellas destacan la comunicación, la flexibilidad y la organización.
Legal y honesto
Lo primero que tienes que aprender es a ser y demostrar es que eres legal. Imagínate que tienes un alquiler un poco más elevado de lo normal. Si das la impresión de legal es casi seguro que consigas un inquilino que esté dispuesto a pagar esa cantidad. Sí, ya sabemos que el mercado está difícil y tiene de todo y que posiblemente consigas un inquilino más tarde que nunca. Pero seguro que prefieres uno bueno que uno malo. Si das la sensación de legal tendrás más opciones de conseguirlo.
Conoce tus obligaciones
El alquiler de una propiedad está regulado por ley. Por este motivo, es imprescindible que las conozcas. Piensa que el desconocimiento de las normas no exime de su cumplimiento.
De esta forma, si conoces tus responsabilidades tendrás una ventaja. Sabrás cuáles son exactamente los derechos de tu inquilino y podrás evitar un abuso en caso de que se produzca. Es conveniente que conozcas y cumplas con todas tus responsabilidades no sólo porque te evitarán problemas en el futuro, sino que te servirán como prueba ante posibles reclamaciones legales. Para tener éxito como casero, es importante conocer cada una de las leyes que afectan al puesto.
Actúa profesionalmente y ten lista la vivienda
Asegúrate de que la propiedad está en condiciones y lista para habitar. El primero que debe cumplir con las normas eres tú. Ya tendrás tiempo de hacer reclamaciones en caso de incumplimiento con el inquilino. Por este motivo, debes tener limpia la vivienda. Pinta si es necesario, y deja todo limpio para comenzar a vivir. Realiza las reparaciones necesarias y asegúrate de que todo funciona correctamente, desde el sistema eléctrico hasta los electrodomésticos. Comprueba el gas y la calefacción, revisa las paredes y las fugas de agua.
En caso de desperfectos cambia lo necesario.
Encuentra al inquilino perfecto
El éxito de un casero depende de varios factores, uno de ellos es evitar problemas con los inquilinos y para ello es necesario encontrar a los arrendadores adecuados. Si conseguimos al inquilino perfecto ganaremos en tranquilidad ya que estaremos seguros de que cumplirá con sus obligaciones. Piensa que tener una persona que paga a tiempo, que es responsable y cumple no es nada fácil. Para tener un inquilino así es conveniente pedir referencias y comprobar que es merecedor de nuestra confianza. Además, los propietarios deben estar atentos a cualquier señal de advertencia potencial que indica que un solicitante o inquilino no es adecuado para nuestra propiedad. Por ejemplo, ¿se presenta puntualmente a las visitas? ¿Da la sensación de responsable?, ¿es atento y cumple los requisitos mínimos de crédito e ingresos?
Prestar atención a estos factores nos dará una idea si ese inquilino puede ser responsable o no.
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