Ser dueños y comprar una vivienda es el sueño de mucha gente, pero es un proceso largo y difícil que puede agotarnos si es nuestra primera vez o si no sabemos qué cosas hacer. Por ello, y para hacer más fácil el proceso de compra os vamos a contar cosas a evitar. Y es que hay 7 errores comunes al comprar una vivienda que todo futuro comprador y propietario debe conocer sí o sí para hacer las cosas más fáciles.
7 Errores comunes al comprar una vivienda
Antes de comentar los errores os vamos a contar dos factores que afectan a la adquisición de una vivienda, pero no la limitan. El primer factor es el económico, en este sentido es bueno tener un presupuesto límite para acceder al mercado. Pero que una vivienda cueste más no significa que no nos sea asequible, podemos exceder el precio siempre y cuando veamos que la propiedad merece la pena, es una buena inversión y que podemos conseguir financiación por otro lado.
El segundo factor que marca la adquisición de una propiedad es que no es algo que se haga todos los días, de hecho, es la inversión de toda una vida y por norma general la mayoría de la gente sólo compra una propiedad. Con esto queremos decir que debéis proteger vuestra inversión tomando precauciones y evitando timos inmobiliarios o malas ofertas. Si conocéis los timos inmobiliarios más comunes no caeréis en ellos y estaréis más protegidos.
1.Pensar demasiado las cosas
No tiene nada de malo ser precavido y pararse a pensar un poco si la oferta que tenemos delante es buena o se trata de un timo. En ocasiones, es un ofertón y otras veces es posible que no merezca la pena la compra ya que el piso/propiedad puede tener algún fallo o desperfecto gordo y oculto. Con esto os queremos decir que debéis peinar bien el mercado y tener paciencia, pero tampoco es recomendable esperar demasiado, a veces tenemos una oportunidad enfrente y no la tomamos por miedo o desconfianza.
Es normal tener dudas y pensárselo, pero no por ello debemos demorar una decisión. Y es que este es nuestro primer consejo, pensar las cosas está bien pero no demasiado.
2. No ser realista
Otro error común que comete mucha gente es asumir gastos que no se puede permitir. Con esto os queremos decir que os marquéis una cifra de presupuesto y no paséis de ella. Eso sí, deja un pequeño margen por si aparece una oferta que no puedas rechazar. Pero lo que tienes que tener claro es que vas a poder hacer frente a la hipoteca y financiar la vivienda. Por lo que debes hacer cálculos de tus ingresos, gastos y los ahorros que tienes para saber hasta cuánto puedes acceder.
Marcar un umbral económico está bien, pero debes tener en cuenta que la compra de un piso o vivienda no sólo está marcada por el precio sino por otros aspectos como la localización, el estado de la vivienda y si es una vivienda nueva o de segunda mano. En este caso hay que tener cuidado ya que el precio de las reformas puede variar de un sitio a otro.
El caso de una vivienda nueva es más fácil en este sentido que una vivienda de segunda mano ya que no hay que contemplar gastos como las reformas y obras. Lo dicho, márcate un tope y no te muevas del presupuesto inicial.
3. No saber cómo funciona una hipoteca
Entendemos que el aspecto económico es lo más importante a la hora de adquirir un piso. Si no tenemos dinero no podremos pagarlo. Y lo mismo pasa con la hipoteca. Mucha gente se piensa que el gasto de una hipoteca funciona de una forma o que el banco le financia todo y luego resulta que muchas entidades sólo te financian hasta el 80 % de la hipoteca o incluso algo menos.
Lo recomendable antes de acceder al mercado es hacer un estudio sobre nuestro potencial económico. Para ello podemos acudir a nuestra sucursal y hacer un estudio para ver si nos aprobarían una hipoteca. Si conseguimos que el banco nos financie la compra de un piso lo siguiente que debemos hacer es compararlo con otras entidades y leer la letra pequeña para no tener problemas con cláusulas desconocidas que luego resulten en gastos que no esperábamos.
4. Gastar todo el dinero en la casa
Está bien que ahorremos y dediquemos tiempo y dinero en el arreglo de nuestra propiedad. Pero debemos tener en cuenta que debemos dejar cierto capital para amueblarla, para gastos e imprevistos y es que el dinero se gasta fácil y más en una casa. Nuestro consejo es que guardes un tanto por ciento de los ahorros para los imprevistos. Nunca se sabe lo que puede pasar.
El escenario perfecto es no endeudarse por encima del 30 % de los ingresos que tengas.
5. Dejarte influenciar y no peinar el mercado
Este error lo comete mucha gente que piensa que nunca es el mejor momento para comprar. Que si sube el IVA, que si la casa está en mal sitio y no le gusta a un familiar, que si el mercado ha tocado techo, que si no es un buen momento, todo esto son excusas que a veces nos ponemos y es que pensando así nunca compraremos un piso.
Lo primero es tener las ideas claras y no dejarte llevar por la opinión de los demás ni por aspectos externos como los movimientos del mercado o que si sube el Euríbor o baja. Tienes que tomar una decisión y actuar y para ello debes conocer los precios y moverte, es decir, peinar el mercado y saber cómo se mueve y cuáles son los precios que se piden.
Sólo conociendo a lo que te enfrentas vas a poder tomar una decisión realista. Pero lo dicho, no te pares por las influencias externas. Una vez tomes la decisión de comprar no dudes y es que piensa que una casa no se compra todos los días. Dudar está bien, pero que decidan por tí no.
6. Dejarse llevar por la primera impresión
Tanto si somos vendedores como compradores lo primero que debemos evitar es ser impacientes. Con esto queremos decir que está bien ser precavido pero sin pasarse. Esto es válido tanto para ver pisos y decidirse a visitarlos como para llevar a cabo el proceso de compra. Está bien conocer casas y visitarlas, pero no te dejes llevar por la primera impresión.
Puede ocurrir que el piso que estamos viendo tenga desperfectos que no sabemos, que encontremos otro que nos guste más o sencillamente no nos conviene. No te dejes llevar por la primera impresión. Piensa en la compra de una casa como si fuera un tatuaje, es para toda la vida. Nuestra recomendación es que veas el piso, y si te gusta esperes, si te sigue gustando y haciendo tilín pasados unos días, entonces sabrás que es para ti.
Por cierto, esto sirve igual para hacer una oferta, no pienses que por que te caiga bien un vendedor te va a hacer una rebaja. Si queremos comprar debemos mantener la frialdad y no dejarnos llevar ni por los sentimientos ni por la primera impresión. La calma es nuestro mejor aliado.
Lo barato sale caro
En este apartado nos referimos a que a veces por ahorrar el pago o el asesoramiento de una agencia inmobiliaria o agente del comprador, podemos acabar cometiendo un error y pagar de más. Y es que no está de más pedir ayuda aunque sea pagando para asegurarnos de que la oferta que tenemos delante nuestra es correcta y buena.
Piensa que un agente inmobiliario conoce el mercado como la palma de su mano, con esto os queremos decir que va a saber de inmediato si un piso merece la pena, si una oferta es buena o incluso os podrá asesorar sobre cómo hacer una contraoferta. Se trata de un profesional que os ahorrará tiempo y dinero y que merece la pena pagar para evitar dolores y quebraderos de cabeza.
Además, piensa que la ayuda puede ser de varios tipos, no tiene porque ser una comisión de compra puede ser un asesoramiento parcial, una sesión para preguntarle todo tipo de dudas o lo que haga falta. Como profesional inmobiliaria nos adaptamos a los servicios y necesidades de cada cliente por lo que es una buena idea y un error no acudir a nosotros.
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